Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). - Fernando Beltrán

Blog

Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ).

En esta enfermedad la incidencia se cifra en un caso por millón de habitantes. Pertenece a una familia de enfermedades de los seres humanos y animales conocidas como encefalopatías espongiformes transmisibles (EET). La ECJ se caracteriza clínicamente por la presencia de una demencia de rápida instauración, mioclonias y además de la presencia en el EEG de complejas ondas agudas periódicas *(1).

La semiología al inicio de la enfermedad puede ser muy variada aunque lo más frecuente es la presencia de deterioro cognitivo rápidamente progresivo o con alteraciones conductuales. Se han descrito formas de presentación exclusivamente afásicas, o en forma de ceguera cortical (variedad de Heidenhain). Alrededor de una tercera parte de los casos pueden iniciar con semiología cerebelosa (variante de Brownell-Oppenheimer) como podemos observar en pacientes, en los que aparece ataxia cerebelosa (inestabilidad de la marcha).

A lo largo del curso clínico el deterioro cognitivo se hace constante en todos los enfermos y aparecen trastornos del movimiento que son característicos en forma de mioclonias o bradicinesia y rigidez. Se han descrito casos que han cursado con prurito. En general, los pacientes diagnosticados antes de los 50 años presentan más clínica extrapiramidal y psiquiátrica, mientras que los pacientes con un diagnóstico más tardío presentan demencia como signo principal.

Aunque el EEG es valioso para el diagnóstico ya que muestra un tipo específico de anomalía en la ECJ, también pueden utilizarse pruebas de neuroimagen para descartar otras enfermedades. No obstante la RMN puede en ocasiones mostrar hallazgos anormales en el núcleo caudado y el putamen (en algunos pacientes las pruebas resultan inespecíficas).

La que provoca estos trastornos crónicos son unas proteínas llamadas priones, que alteran las propias proteínas nativas y que causan degeneración celular.

Existen cuatro formas de presentación de la enfermedad que tienen causas y síntomas diferentes:

                1-Genética: Un gen normal (en el cromosoma 20, el gen PRNP) produce en las células cerebrales una proteína priónica normal, PrPC. Se hereda de uno de los padres una mutación genética del gen PRNP. El gen anormal produce una forma diferente de PrPC que se convierte a PrPSc y causa la enfermedad. No se hereda ninguna otra forma de la ECJ.

                2-Esporádica: Se desconoce el mecanismo desencadenante del cambio en la proteína. La ECJ esporádica puede resultar de una infección, aunque no se ha identificado todavía un factor ambiental.

                3-Iatrogénica: Al ser infectado el individuo con la PrPSc de un paciente con ECJ, produce una modificación de la PrPC normal a PrPSc. Las formas más frecuentes de infección son: a) Inyecciones de hormona humana de crecimiento (extraída de tejido cerebral de cadáveres humanos, utilizada en el tratamiento de alteraciones del crecimiento en niños. Este tipo de hormona ha sido reemplazada por la hormona de crecimiento sintética). b) Injertos de duramadre humana (la duramadre es una membrana que recubre el cerebro y que se utilizaba como material de sutura en algunos tipos de intervenciones quirúrgicas, recuperada de cadáveres humanos. c) Otras menos frecuentes como intervenciones neuroquirúrgicas, trasplantes de córnea e inyecciones de gonadotrofina coriónica humana (utilizadas en tratamientos de fertilidad, recuperada generalmente de la orina de mujeres post-menopáusicas).

                4-Variante: Tiene relación con la encefalitis espongiforme bovina (EEB). Trasmitida del ganado bovino al hombre a través de la comida, probablemente en las carnes más baratas procesadas en forma industrial. Hasta 1995 se permitió utilizar en la carne preparada industrialmente el hueso de la columna vertebral y cabezas de ganado.

Como hemos mencionado la ECJ pertenece EET. Podemos decir que espongiformes se refiere al aspecto característico de los cerebros infectados, que se llenan de orificios hasta que se asemejan a esponjas bajo el microscopio. La ECJ es la más común de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EET) humanas conocidas.

Podemos citar tres enfermedades priónicas humanas:

1-La enfermedad de Gerstmann-Straussler-Scheinker (GSS): Esta enfermedad es mucho menos frecuente que la ECJ (se estima en 2 casos por 100 millones de habitantes). La clínica suele iniciar entre los 30 y los 60 años en forma de un cuadro atáxico de inicio insidioso y curso progresivo al que se añade de forma tardía un deterioro cognoscitivo. Aparece una hipo o arreflexia y mioclonias. La duración de la enfermedad es más larga que en la ECJ y oscila entre 1 y 10 años.

2-El Insomnio Familiar Fatal (IFF): Fue descrita por Lugaresi y col (1986) como un cuadro clínico-patológico familiar caracterizado por insomnio progresivo (las personas no pueden dormir) y disautonomia en forma de hipertermia, sudoración, miosis y trastornos esfinterianos. Posteriormente se añadió, un estado confusional con disartria, temblor y mioclonias hasta el coma, llegando a la muerte a los nueve meses. La enfermedad se transmite de forma dominante estableciéndose que es debida a una mutación en el codón 178 de la proteína PrP consistente en la sustitución de un acido aspártico por una asparagina *(2).

3-El Kuru: Se relacionó con los rituales de canibalismo practicados por las poblaciones de las tribus Fore en Papua (Nueva Guinea). Se encuentra en claro descenso en la actualidad una vez abolidos esos hábitos. La enfermedad predomina en mujeres jóvenes y niños y se caracteriza por la instauración de un síndrome cerebeloso progresivo con temblor y disartria. La afectación cognoscitiva es moderada, instaurándose en fases avanzadas. La duración de la enfermedad es aproximadamente menor de un año.

No obstante, en los últimos años se han descrito una variedad de cuadros clínicos de etiopatogenia priónica que han ampliado el espectro clínico de estas enfermedades *(3).

*(1). Brown y col. (1986), apuntaron unos criterios diagnósticos clínicos de ECJ, una vez excluidas causas metabólicas y ante la normalidad de líquido cefalorraquídeo. La ECJ Definida, ante una cuadro clínico con deterioro cognoscitivo, mioclonias, la presencia de complejos periódicos a 1-2 ciclos por segundo y una duración inferior a 12 meses. La ECJ Probable, cuando el deterioro cognoscitivo se asocia a mioclonias o complejos periódicos 1-2 ciclos por segundo con una duración inferior a 18 meses. Por último, la ECJ posible cuando el deterioro cognoscitivo se asocia a algún tipo de trastorno motor o actividad periódica en el EEG con una duración inferior a 24 meses. El diagnóstico clínico de la ECJ, especialmente en los casos probables y posibles, debe apoyarse en los datos biológicos disponibles (determinaciones en LCR de proteína 14-3-3, enolasa neuronal específica) y confirmarse con el estudio neuropatológico.
*(2). La misma mutación es asociada a un subtipo de ECJ familiar, sin embargo la diferencia entre ambas entidades radica en un polimorfismo metionina/valina en el codón 129. Las formas heterocigotas presentan una tiempo de evolución más prolongado que las homocigotas para metionina.
*(3). Como: demencia por prion sin patología característica, demencia con paraparesia espástica, demencia talámica, Encefalopatía espongiforme familiar asociada a nueva mutación en el gen PrP, Gliosis subcortical progresiva, enfermedad mental sin signos neurológicos. Además, casos que se han descrito como enfermedad de Alzheimer familiar han sido revisados y catalogados de origen priónico.
Podemos encontrar otros casos de EET en tipos específicos de animales.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *